miércoles, 2 de noviembre de 2016

"Construyendo la ciudadanía juvenil"

¡Hola a todos y todas!

Jóvenes, ¿alguna vez habéis sentido que vuestra voz no tiene voto y que lo que nos ofrecen no representa exactamente lo que nos habría interesado? ¿Quién de nosotros no ha dicho o oído decir alguna vez, “¿para qué inmutarme si al final siempre hacen lo que quieren?”



En la última clase reflexionamos acerca de la lectura “Construyendo la ciudadanía juvenil” de Jorge Benedicto. Aunque os invitamos a que os toméis el tiempo para leerlo, las conclusiones que sacamos eran que, en cuanto a la  juventud se refiere, todavía no se nos ve como “ciudadanos de pleno derecho”, entre otras cosas porque todavía dependemos de nuestros padres, y porque desde mediados del último siglo nos hemos mantenido pasivos ante la política. También plantea que para erradicar esto se deben de tomar medidas en políticas juveniles para introducir a estos “ciudadanos a la espera” lo antes posible en la “vida adulta”.

Se produjeron varias opiniones y todas ellas muy interesantes, como por ejemplo, ¿cuentan con los/las jóvenes para construir las políticas sociales que se hacen para nosotros/as, o, por el contrario, las hacen para tenernos contentos/as pero nadie ha pensado en nosotros/as?
Pensamos que estas políticas sociales deberían realizarse desde grupos comunitarios de gente joven porque nadie mejor que nosotros/as sabemos lo que queremos y los que nos gusta o nos beneficia, sin embargo, en muchas Administraciones Locales encontramos meras entidades que dan recursos para los/las jóvenes pero sólo informan, si te parece bien te apuntas y vas sino, no vayas.
Después comentamos, que la única participación que se nos pide desde que somos pequeños y pequeñas ha sido elegir el delegado o delegada de clase o votar en la junta de estudiantes, esto nos lleva a pensar que es lo mismo que hacemos cuando somos adultos, cada cuatro años votamos y ya está, no hay más participación por nuestra parte en las políticas hechas para nosotros/as, por ello muchas veces éstas no dan soluciones a nuestros problemas.
Otros de los temas surgidos fue la comparación de los movimientos participativos en los/las jóvenes antes y en la actualidad.   

Mientras unos opinaban que antes la gente se alzaba más sus derechos, otros decían que ahora hay más libertad y las reivindicaciones ya no son tan visibles, pero eso no significaba que hubiese menos movimiento. En este tema, no podemos comparar generaciones ya que las vivencias de nuestros padres y madres no es la misma que vivimos ahora. Si es cierto, que tenemos más libertad pero es normal, las cosas evolucionan (o al menos deberían hacerlo), pero también es cierto que no ha habido ninguna generación en la que la situación económica-laboral sea tan precaria. También hay que tener en cuenta que, en una sociedad cada vez más individualista, no se dan oportunidades de participación de política juvenil si no está ligada a intereses comunes ya existentes.
Para terminar, coincidimos con Benedicto cuando dice que “en primer lugar, la acción de los poderes públicos tiene que estar enfocada básicamente a crear oportunidades para que los/las jóvenes puedan ir accediendo a nuevos espacios de autonomía que les permita decidir la orientación y el ritmo a seguir en sus proyectos de futuro y desarrollar su capacidad de acción participativa” (Benedicto, 2011, p. 30).

Esperemos que os haya sido de interés y que os hayamos animado a leerlo.

¡Hasta la próxima!

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